Residencia Santa María de la Cabeza - Toledo, Toledo

Luis A.

Lugar tranquilo y dentro del mismo casco histórico. Fácil acceso en bus con la línea 2

Marina E.

La gente se salta las normas como quieren, fuman en las habitaciones, hacen ruido excesivo por las noches y el que está de guardia no les dice nada.
La mayoría de la comida está mala y tiene un aspecto de dudosa calida. Los filetes parecen suelas de los zapatos de lo duros que están. El pescado no lo saben cocinar y algunas veces sirven comida que se les ha quemado.
Aparecen cucarachas en las habitaciones.
Se hace imposible para cualquiera poder estudiar porque hay gente todo el día molestando.
Si queréis estar rodeados de gente que no respeta y que no saben convivir, este es vuestro lugar.
(Pongo dos estrellas porque las vistas y terrazas están bien, así como el servicio de limpieza).

Manuel C.

La dirección de la residencia es nula. El personal se ha quedado ambiguo, además de no dejar a sus residentes ejercer sus derechos de intimidad. Otro detalle a mencionar es la escasez de la comida (exceso de uso de congelados), además que cierto personal sobrepasa sus funciones
Por otra parte hay expulsiones muy rigurosas sin motivos concluyentes.
Cocieras y algunas limpiadoras son muy agradables.
Los residentes estamos muy descontentos con los servicios prestados.

Daniel S.

Como antiguo residente, no recomiendo en absoluto la estancia aquí.

En primer lugar, la convivencia con el equipo directivo es nula e imposible, pues no existe comunicación y el director no tiene en cuenta las opiniones y peticiones de los residentes en ningún momento, pues le da igual la comodidad de estos.

La estancia se hace muy complicada, pues es prácticamente imposible estudiar por el ruido que hay durante todo el día, ante esto, nadie dice nada. Además, el vigilante de seguridad no permite la tranquilidad por las noches, pues te da golpes en la puerta de la habitación si estás, por ejemplo, viendo una película solo.

Por otro lado, te expulsan 15 días de la residencia y en plena época de exámenes única y exclusivamente por estar hablando con tus compañeros en una habitación, pues eso tampoco lo permiten. Así, te dejan en la calle, sin lugar donde alojarte y sin avisarte previamente, por supuesto, cobrándote la estancia, pues solo les importa el dinero.

Añadido a esto, te dan máximo dos días para abandonar la residencia durante la expulsión y llevarte todo lo que vayas a necesitar. En definitiva, una vergüenza.

Lo único bueno es el personal de limpieza y cocina, son todas majísimas y te acogen en un ambiente muy familiar.

paula C.

Como residente que ha repetido por cuarto año consecutivo en esta residencia, puedo asegurar que hay buenas labores directivas, administrativas, de comedor, limpieza y consejería. Sin duda, estos últimos son los que mas tiempo pasan en la residencia, los que han visto su evolución, conocen las instalaciones y a los que la gente debería dirigirse para informarse de sus características. Sin embargo, puedo adelantar que el mayor problema que yo le encuentro es la falta de convivencia y respeto

Julia C.

Cómo consejo de una residente que ha estado 3 años en esta residencia, NO RECOMIENDO en absoluto la estancia en este lugar. La convivencia con la dirección es completamente imposible, esto se trata de a ver a cuántas personas expulsan a final de año por motivos insuficientes y ridículos. Algunas personas de dirección faltan el respeto a los residentes y utilizan malas maneras al referirse a ellos. Me da mucha pena porque personas como cocineras y personal de la limpieza son encantadoras. Si quereis vivir una buena experiencia universitaria NO VENGAIS AQUÍ.

ana Y.

La residencia está muy bien. Las instalaciones son muy buenas y el personal muy amable y familiar. El problema es la convivencia con otras personas. A la hora de estudiar a veces hay mucho ruido.

Miguel P. C.

No conozco las circunstancias de los que comentan negativamente, pero desde mi experiencia es un sitio muy recomendable.