Hotel El Bálsamo - Belmonte, Cuenca

ESPERANZA M. H. M.

Un hotel precioso y muy acogedor, el trato estupendo y el desayuno maravilloso . Cerca de todo, la piscina termal es maravillosa y las zonas comunes son preciosas. Por poner un pero, en las habitaciones las camas son un poco pequeñas y las almohadas no son lo que esperaba , además hay pocos productos en el baño , solo había 3 toallas tampoco había un albornoz para bajar a la piscina . Aunque de manera global todo maravilloso

Laura J.

Me sorprendieron con una estancia en El Bálsamo y desde el primer momento quedé impresionada. Al entrar al hotel sientes que estás en un lugar muy especial por el encanto que tiene, todo está cuidadosamente decorado. Ana nos recibió con mucho cariño y el equipo se preocupó de todos los detalles para la celebración de mi cumpleaños. Nuestra habitación, Espliego, era preciosa y muy acogedora. Además, fue un lujo disponer de 1h para disfrutar y relajarnos en la cueva termal. Sería estupendo tener albornoces y calzado adecuado para ir hasta ella.
En cuanto al desayuno, valoramos mucho el servicio en mesa y la presentación, si bien sería recomendable disponer de un menú con las diferentes opciones para poder elegir y no desperdiciar comida, igualmente estaba todo riquísimo.
Sin duda, es un hotel ideal para unos días de desconexión. ¡Esperamos volver pronto!

Eva S.

Hotel espectacular! Estuvimos hace un par de semanas y ya nos gustaría volver. Desayuno de máxima calidad, el personal muy atento y respondiendo a todas nuestras necesidades enseguida. Y sin duda lo mejor todas las instalaciones y la cueva termal. Lo recomendamos sin duda!

Come R. A.

En el Hotel El Balsamo, mi amor y yo celebramos un fin de semana muy especial por su cumpleaños. Desde el primer instante, el suave y agradable aroma a sales nos envolvió, invitándonos a dejar atrás el bullicio y sumergirnos en la calma.
Este lugar, una casa solariega llena de historia, nos cautivó con su cueva de agua termal, un verdadero refugio para el alma. La decoración es sencilla pero está repleta de detalles: flores secas adornan cada estancia, mientras que la madera, los azulejos de colores y el papel parecen bailar en perfecta armonía. El acogedor calor de los radiadores de hierro fundido en tono coral añade un toque de intimidad y confort.
El personal, atento y sereno, nos transmitió una paz que se siente en cada rincón, y el desayuno, variado y servido en mesa, fue la manera perfecta de comenzar el día.
Una experiencia espiritual y elegante que celebró el amor y la vida en un entorno único.

Beatriz Z.

Experiencia a medio gas.

El trato del personal del hotel desde que entras hasta que te vas es bueno. Se preocuparon por informarnos sobre sitios que visitar o restaurantes a los que ir de una manera muy amable. A destacar que no hay muchas opciones en el pueblo.

Las imágenes del hotel, tanto de las habitaciones como de la cueva termal crean unas expectativas que están por encima de la realidad. Mi enhorabuena al fotógrafo.

Respecto a la habitación, creo que se deberían revisar ciertos detalles como que la ducha no esté atascada o preocuparse porque no haya una barra oxidada dentro de la misma.
Es muy fácil cuidar más el mantenimiento y, en caso de no querer hacerlo, habría que ser conscientes de lo que ofrecen, de por cuánto lo ofrecen y de que probablemente haya personas que no se planteen volver. Mobiliario de la habitación muy básico en caso de plantearse ir más de una noche.

La decoración de Navidad del hotel es preciosa y las zonas comunes tienen rincones muy bonitos. Desayuno bien.

Kamareta $.

Su personal de 10, desayuno fabuloso, pero hay que prestar más atención al detalle en las habitaciones.
Incomprensible que en los tiempos que estamos, se produzca condensación en las ventanas del baño, y de la habitación, tiene fácil solución.
Por otro lado, dentro de la paz que se respira, hay que resolver, el estruendo que genera la nevera de la habitación.
Grandioso, la piscina termal de lujo.

Horacio G. R.

Ha sido decepcionante. El establecimiento se anuncia como un hotel rural de 5 estrellas pero es publicidad engañosa. Era un regalo para mí mujer que, por supuesto, tuvo precio de hotel 5 estrellas. No obstante, la experiencia fue más de hotel 3 estrellas. La habitación solo tenía un calentador de aire tipo aire acondicionado que tenías que dejar puesto todo el día para no helarte en la habitación con la consiguiente molestia del tipo de calor y lo que respiras. Solo en el baño había un radiador. La cama y el colchón eran de mala calidad y estaba inclinada por tener una pata rota. La nevera hacía un ruido infernal que dejaba dormir y tuvimos que desenchufar. Las toallas era de mala calidad y no secaban y el secador del baño estaba roto faltándole la tapa trasera con el consiguiente riesgo. Además de eso, la piscina que tienen en una cueva tenía el agua a una temperatura baja lo que hacía incómodo disfrutarla más de 30 minutos (se supone que tienes una hora incluida en el precio). Adicionalmente te dejan unas bolsas de té cuando vas a la piscina, pero no había agua caliente para poder hacerte el té, tuve que pedirla pero la persona que estaba en ese momento se olvidó de traerla y tuve que salir de la piscina y acudir hasta el mostrador principal mojado para volverla a pedirla. Los tés eran de mala calidad.
El desayuno estuve bien, excepto por el café que era malísimo y el pan que parecía de gasolinera.
Exquisito me podréis llamar, pero la realidad es que cuando estás pagando 620€ por un fin de semana en un alojamiento que se anuncia como 5 estrellas y cuesta como tal, te espera detalles y gestión de un hotel de 5 estrellas, si no hubiese pagado uno de 3. Y era el regalo de cumpleaños de mi mujer.
Además de eso, el último día mi mujer pidió la hoja de reclamaciones e inmediatamente, antes de que yo bajara a hacer el check out el dueño del establecimiento me cobró el total de la estancia, al parecer por miedo a que no pagáramos imagino. Pero no se quedó aquí, cuando hablé con el para mostrarle nuestra decepción y que el establecimiento no era ni mucho menos un 5 estrellas, el propietario, ya a la defensiva me enseñó un video que acababa de hacer en nuestra habitación con un termómetro marcando 21 grados, a lo que le contesté que si después de un fin de semana entero con el aire caliente encendido la habitación marcaba otra temperatura hubiésemos estado ante un claro caso de magia negra.
La guinda en el pastel fue cuando, acto seguido, me enseñó la pantalla de su ordenador y me dijo que había buscado a mi mujer en internet y que claro, que la compañía para la que trabajaba mi mujer tenía un 1,6 en Trustpilot. Os podéis imaginar mi cara. Una situación kafkiana.

Pagué por un hotel de 5 estrellas, pero recibí un servicio y unas instalaciones que apenas alcanzarían 3. No recomendaría este lugar a nadie que busque calidad, confort y, sobre todo, respeto.

Jose L. A. C.

Un hotel espectacular, cuidan el mínimo detalle y están súper atentos para que la experiencia sea fabulosa. El desayuno muy bueno y muy variado. La zona de la chimenea es ideal para tomar un vino un picoteo una cena informal y la piscina de la cueva es impresionante.