Horiagua - Retuerta del Bullaque, Ciudad Real

Gretel A.

Estuvimos en Horiagua III. La casa es estupenda para una escapada o una larga estancia en verano. Nuestra familia estuvo en navidades un par de dias, aunque seguro que en verano con la piscina y el patio se le saca incluso más partido. Para el invierno está muy bien climatizada, la cocina es espaciosa y bien equipada (en mi opinión solo le falta un lavavajillas para ser perfecta) y las zonas de uso común grandes y confortables. Las habitaciones bien repartidas y lo más importante para nosotros , las camas super cómodas. Los baños son sencillos pero cumplen con las necesidades de cualquier familia. Es una zona idílica para explorar, muy tranquila y rodeada de un paisaje natural atractivo. Hay muchas rutas y actividades para realizar en familia incluso en invierno. Román el propietario es muy atento y cercano. Nos recibió con una sonrisa y preocupado en todo momento por nuestro confort. La recomiendo y repetiremos sin dudarlo.

Victor R.

Un lugar para desconectar. Las vistas, el aire puro y la naturaleza de la que te rodea son espectaculares. El servicio y el propietario de 10 muy amable y todo limpísimo. Volveré en cuanto pueda. Muchas gracias Román

Alejandro D. G.

Buenísima casa rural en un entorno precioso donde se pueden hacer muchísimas actividades.

Salón muy grande, habitaciones cómodas, jardín y piscina para los niños genial, y la atención de Román mejor imposible.

Óscar M. C.

Hemos pasado un fin de semana en el Mirador y nos ha encantado. Las vistas son increibles y perfectas para desconectar.
Da gusto encontrarse un anftitrión amable y atento como Román.
Si duda un lugar para repetir.

Rebeca E. G.

Pasamos un fin de semana en una casa rural especial, un ático espectacular con vistas 360 grados, tanto al pantano como a la montaña.
El anfitrión, Román, súper atento, te hace sentir como si estuvieras en tu casa, agradecer el detalle que nos regaló.
Volveremos seguro.
Ahhh y una mención especial para Pegui y sus compañeras.

David G. B.

Hemos estado 3 noches alojados en la casa rural Horiagua I, donde Román, nuestro anfitrión, ha estado super pendiente de nosotros y ha tenido un montón de detalles: presentarnos a sus 'mascotas', con las que ha alucinado nuestro peque de 8 años, traernos algún producto de gastronomía local, recomendarnos rutas y locales de los alrededores y resolver cualquier duda que tuviéramos.
En nuestro caso, hemos estado en diciembre, y la casa está perfectamente equipada para esta época. Hemos estado calentitos con la calefacción, pero aun así, Román nos ha proporcionado leña para la estufa (que era casi más por el encanto del fuego que porque necesitáramos realmente más calor). La casa es amplia, y la hemos podido aprovechar bien por las tardes para alguna peli y juegos de mesa, ya que en esta época anochece pronto (y porque ya nos habíamos pegado algún madrugón para visitar el Parque).
Está en una ubicación tranquila, con unas vistas privilegiadas de la zona del embalse. Desde la ventana del salón, todas las tardes podíamos contemplar los miles de grullas que vienen a esta zona a pasar el invierno, y por la mañana te despertabas con su sonido y el canto de los pajarillos buscando comida por el jardín.
No está cerca de ninguna población, eso sí, pero está en una zona que te permite moverte en coche en poco tiempo tanto a la zona norte como a la sur del Parque, lo que facilita poder hacer diferentes rutas (20 minutos a Casa Palillos, de donde salen varias rutas por el Parque y 35 minutos a Navas de Estena para hacer la ruta del Boquerón).
Tiene piscina y barbacoa, que en verano tienen que ser una gozada... Seguro que repetimos para poder probarlas 🙂

Ester N.

Bienvenidos a un rincón de serenidad y encanto, donde la elegancia se encuentra con la naturaleza en su forma más pura. Hemos disfrutado toda la familia con en este refugio rural, regentado con pasión y dedicación por Román, es un remanso de tranquilidad que invita a sumergirse en la belleza auténtica de la vida campestre.

Entre arboledas frondosas y aguas serenas, este establecimiento es un testimonio vivo de la armonía entre el hombre y la naturaleza. El dueño, con su compromiso y amor por la tierra, ha creado un espacio donde la autenticidad se entrelaza con la comodidad. Su cálido servicio y atención personalizada reflejan la esencia de la hospitalidad.

Sumérgete en la experiencia rural mientras disfrutas de la danza suave de las hojas en los árboles y el murmullo apacible de las aguas cercanas. La paz que emana de este rincón alejado del bullicio urbano te invita a reconectar con la tierra y apreciar la simple belleza que ofrece.

Recomendado.

Blanca G.

He estado pasando el fin de semana con unas amigas en Horiagua 4.
Tengo que decir que me he quedado encantada.
A la casa no le falta de nada: barbacoa, piscina particular, 3 baños, 5 habitaciones... La zona es muy tranquila, ideal para desconectar de todo. Sinceramente... No nos ha hecho falta salir de la casa para nada.
El propietario ha sido muy detallista y atento en todo momento.
Sin duda la recomiendo y sin duda volveré!