El Labrador - Lucillos, Toledo

Teresa M.

Hicimos una parada para comer y la verdad es que el trato dejo mucho que desear.

Para empezar, Nos intentaron colar dos menus por 20€ cada uno. Al negarnos, el trato cambio considerablemente.

Entonces pedimos unas raciones. Pero vimos que el resto comia una carne guisada que no estaba en la carta. Ahi comprobamos que la situation no iba a ir a Mejor.

La comida recibe un aprobado Bajo.

Miguel M.

He parado durante un viaje por carretera, y desde la entrada ya te miran y tratan como un forastero que no es bienvenido. Raciones a precio del centro de madrid y calidad regular. No ha sido una experiencia agradable.

Adolfo E. M.

Buen sitio tanto si quieres tomarte unas cervezas como si quieres ir a comer. Buenas tapas y la comida muy buena.

Rafael M.

Mi única experiencia (este verano pasado) es pagar 17€ por un menú que contaba con : 1gazpacho, 2 huevos y patatas fritas, refresco y postre. Siendo vegetariano no me ofrecieron más opciones...
En definitiva, ni loco vuelvo, más caro que en Madrid...
No puedes cobrar 17€ por algo así...si no hay opciones vegetarianas lo puedo entender, se agradece que se ofrezcan los huevos, tras sugerirlo yo , pero cobrarlo como un menú más...
Tampoco me queda muy claro cuando abre o cierra el establecimiento, tan pronto lo veo cerrado/abierto...

Chela C. (.

Soy nueva en el pueblo y cuando hicimos la mudanza busqué un sitio donde podría ir a menudo a comer. Me recomendaron el Hostal y desde la primera visita estuve encantada con el sitio. Tanto los dueños, Tito y Sagrario, como la camarera que tienen y la hija que atiende algunas veces, son una bellísimas personas, te ofrecen un trato muy bueno y la comida es inmejorable.
Da igual que vayas solo, acompañado, 20 personas, siempre te atenderán con gusto y te ofrecerán una comida casera deliciosa y además hecha siempre con productos frescos y naturales.
Sin duda lo remiendo con todo el corazón!
Chapó por ellos!!
😍

Adrian G.

Buen lugar para comer en familia y con amigos. Comida tradicional, como en casa. El cocido como el de toda la vida, en puchero a la lumbre. A ver dónde te encuentras eso hoy en día.

Coral C.

Estábamos haciendo el camino de guadalupe en bici y nuestra idea era alojarnos en cebolla o montearagón, ya que el camino pasa por allí. No encontramos alojamientos disponibles así que decidimos alojarnos en Lucillos, aunque tuviésemos que desviarnos un poco. Fue un acierto, trato agradable, posibilidad de dejar las bicicletas en la finca y la habitación sencilla pero limpia y confortable, ideal para dos peregrinos cansados. Desayunamos allí antes de seguir camino, buenas tostas de tomate para coger fuerzas. Muy recomendable.

Iss G.

Les tendría que dar vergüenza trabajar de cara al público teniendo a sus perros en las condiciones que los tienen. Animales atados todo el día con menos de un metro para poder moverse y su última ‘’adquisición’’, un cachorro de mastín al que han metido en una jaula minúscula hecha con trozos de madera. Viendo cómo cuidan a sus animales no me atrevería jamás a entrar en su restaurante y mucho menos dormir en alguna de sus habitaciones. Típica gente que no tiene ningún tipo de consideración ni sentimiento por sus propias ‘’mascotas’’ a las que tratan como si fuesen objetos en lugar de seres vivos. Seprona, actúa de una vez, estas cosas deberían estar prohibidas en el siglo XXI.