Apartamentos La Carabela - Puerto de la Cruz, Santa Cruz de Tenerife

Hayde Garcia

Una experiencia con claroscuros.

Mi reciente estancia en este apartamento fue, lamentablemente, decepcionante en varios aspectos, aunque hubo algunos puntos rescatables. El edificio es bastante antiguo y, a pesar de estar parcialmente cerrado por reformas (el ala izquierda), las instalaciones donde nos alojamos evidencian una clara falta de renovación. El hecho de que estén realizando reformas nos da esperanza de que el lugar mejorará en el futuro, pero en su estado actual, hay mucho por corregir.

Uno de los pocos aspectos positivos fue la atención del señor de recepción. A pesar de algunas reseñas que lo describen como mal educado, en nuestro caso fue muy amable. Nos facilitó algunos consejos útiles sobre cómo refrescar la habitación, ya que, desafortunadamente, estaba extremadamente caliente bajamos a pedir un ventilador y nos dijo que no tenían. Siguiendo su sugerencia de dejar todo abierto, y que al caer la noche la brisa del mar nos ayudaría a mejorar un poco la situación, así fue, dejamos todo abierto, incluida la puerta de entrada, la cual cerramos a la hora de irnos a dormir, y luego nos tuvimos que abrirgar porque nos llegó hasta dar frío, hacía bastante fresco.

Sin embargo, el resto de la experiencia no fue agradable. Las camas eran terriblemente incómodas, se sentían los muelles del colchón, lo que nos dejó con un dolor de espalda considerable. Las sábanas estaban deshilachadas, la piscina no invitaba a usarse y las condiciones de la cocina dejaban mucho que desear: ni jabón ni estropajo para lavar los platos, con la opción de comprarlo en recepción. La nevera, además, estaba oxidada por fuera.

Por último, el ambiente nocturno fue caótico. En la planta baja había un grupo de huéspedes que armaba mucho escándalo y ningún responsable les pedía que bajaran el volumen, lo que afectó nuestro descanso.

Al momento de entregar las llaves, la chica de recepción, Enedina, nos preguntó por nuestra estancia y amablemente se interesó en conocer nuestra opinión. Al mencionarle que había sido una experiencia regular, nos comentó que tomarían nota de todas las incomodidades para buscar cómo resolverlas. Su amabilidad y atención, ofreciéndonos incluso un café, hizo que nos fuéramos con un poco menos de mal sabor de boca. Gracias a Enedina, la experiencia terminó de una forma más positiva.

En resumen, fue una estancia con muy pocos puntos positivos, pero agradecemos la actitud del personal. No recomendaría este lugar hasta que las reformas estén completamente terminadas y las condiciones mejoren.

José Díaz

Estuve con mi familia a primeros de septiembre. El estado de las habitaciones es lamentable, descuidado y parcheado chapuceramente. Lo peor de todo es la lencería sucia, con sábanas con desgarros y con agujeros de fumadores. La almohada estaba con manchas de humedad. Reclamamos en recepción y nos dijeron que hablarían con las encargadas de la limpieza, pero en una semana nadir nos cambió las sábanas. En los últimos 40 años no se han molestado en renovarlo. La salida de Emergencia de la planta 0 se encuentra cerrada con un candado entre las 18 horas y las 10 de la mañana, supuestamente para que nadie se cuele en la piscina.

Belén González

Bueno voy a empezar diciendo que me parece una vergüenza y una falta de respeto que habiendo pagado una estancia para relajarnos y estar tranquilos nos fuéramos envenenados del lugar ya que no había agua caliente, la piscina hacia tiempo que no la limpiaban, la habitación desprendía un olor a humedad, la televisión no tenía mando y no se podía ver, el baño tiene olor a bajantes y luego para colmo fuimos a reclamar a recepción y el señor si se le puede llamar así porque le falta una clase de educación ante nuestras quejas nos dijo que se estaba poniendo violento. No le recomiendo estos apartamentos a nadie para mí una vergüenza.

Ivan Vasco Moreno

El Apartahotel no se ha renovado desde que se abrió, y eso se hace de notar. La habitación tiene mucho olor a humedad, los muebles de la cocina por dentro están bufados y rotos. Parte de la silicona del baño tenia suciedad y la ventana del baño daba a un pasillo donde siempre quedaba un espacio abierto y te podían ver duchándote (lo tuvimos que tapar con una toalla).
En toda la habitación había suciedad incrustada de hace mucho tiempo, solo se dedicaban a limpiar superficialmente.
Puedo decir que fregan sin haber barrido bien, seguramente porque solo hay un equipo de limpieza para todas las habitaciones. Incluso un día vinieron a las 15:00 de la tarde a limpiar y estábamos en la habitación por lo que solo nos cambiaron las toallas sin pasar a limpiar.
Las toallas de los baños tienen varios remiendos igual que las sábanas, creo que deberían de renovarlas…
No esperes una cama cómoda, es una cama de muelles.
Por último, antes de finalizar la estancia, tuvimos una visita inesperada en la ducha. La cucaracha estaba empadronada en el Apartahotel de lo grande que era. No dijimos nada por que era la última noche, y con tal de no volver, es suficiente.
A destacar que la atención del personal fue correcta y no tuvimos ninguna problema.
Era fácil aparcar alrededor del Apartahotel y estaba bien ubicado, cerca del centro a pie.

Sabrina Castellano

ROBO: Nos quedamos dos noches en una segunda planta y la segunda noche nos entraron a robar mientras dormíamos por la puerta del balcón que dejamos un poco abierta por el calor. Gracias a que no nos pasó nada y que sólo fueron a por las carteras que las encontraron encima de la mesa y se fueron con la misma, porque no nos enteramos; pero supimos que fue durante la noche por los movimientos de la tarjeta.
Lo comentamos con la recepcionista (muy amable) y en sus 8 meses de trabajo allí, era la tercera vez que pasaba; pero ¡claro! El alojamiento no tiene sistema de video vigilancia en sus instalaciones (contando con lo fácil que es acceder de la calle al complejo) y según la policía cuando pusimos la denuncia sólo con decir lo que nos había pasado, fueron ellos los que nos nombraron la cadena de alojamientos de ellos; por lo que entendimos efectivamente que no es la primera vez que pasaba.
Es una pena que la cadena no tengan en cuenta la seguridad de sus huéspedes y sus instalaciones y habernos ido con esta sensación y teniendo que invertir el último día de nuestras vacaciones en denuncias y solucionar papeleos.

Ratón Pérez

Nunca más.

Si a la llegada ya fue lamentable la sorpresa de no tener (o tener cancelada la reserva) y sin posibilidad de alojarnos los 6 días contratados por estar completo, nos dijeron que la agencia la había cancelado, para nada sirvieron los certificados de reserva y pago. A la mañana siguiente, con luz, se nos cayó el alma al suelo. Suciedad y humedad por doquier, sábanas rotas y almohadas con moho, indescriptible.

Tras múltiples múltiples reclamaciones, llamadas a la agencia, al mayorista, cuando ya habíamos buscado otro hotel (Hotel Botánico-Spa 150€ la noche por habitación), nos dijeron que habían encontrado la reserva a nombre de mi hija y nos cambiaron de habitaciones a la 3ª planta, un poco en mejor estado de conservación, pero con la lencería igual de rota y sucia.

Para colmo, el otro ala del hotel estaba en obras y a las 7'30 ya empezaba el ruido de los obreros, las máquinas y los camiones.

En fin, una estancia inolvidable.

Sara Díaz

APARTAMENTOS LA CA(CA)RABELA, EL LUGAR IDEAL PARA QUE TE AMARGUEN LAS VACACIONES (recomiendo encarecidamente leer la reseña por completo y ver las fotos adjuntas antes de reservar en esta pocilga).
Hicimos reserva de dos habitaciones dobles. Al llegar, nos dicen que nuestra agencia de viajes ha cancelado la reserva y no tenemos alojamiento. El recepcionista llama a la central de reservas del grupo Pez Azul e insisten en que no hay solución, ya que todos los apartamentos estaban “supuestamente” reservados. Al rato nos ofrecen pagar una noche de estancia (pues ahora dicen que van a desbloquear dos habitaciones) pero que a la mañana siguiente nos tenemos que ir.
Nos entregan las llaves de las habitaciones 108 y 109, que se encuentran en la planta baja, al nivel de la calle, con unas ventanas desde las que la gente de la calle puede ver lo que pasa dentro de la habitación.
Nada más abrir las puertas nos encontramos unas habitaciones propias de hace 40 años, con un olor nauseabundo a habitación cerrada y con humedad, las neveras oxidadas y llenas de hielo, las paredes sucias y descascarilladas, las baldosas del suelo rajadas, las colchas y sábanas manchadas de “fluidos”, con agujeros algunas y otras directamente desgarradas, muebles rotos, el plato de ducha y las mamparas de una de las habitaciones sucísimas y, para rematar, comida abierta de otros huéspedes en el mueble de la cocina.
A la mañana siguiente contactamos con nuestra agencia de viajes, que nos asegura que está todo correcto y la reserva confirmada por el mayorista. Parece ser que esto ya le ha ocurrido anteriormente a otros huéspedes (como se puede ver en otras reseñas), por lo que el departamento de reservas del grupo Pez Azul debe tener algún problema, aunque ellos seguían eludiendo responsabilidades.
Justo cuando íbamos a abandonar el hotel, nos dicen que “sorpresivamente” ha aparecido nuestra reserva a otro nombre, sin aportar pruebas de este hecho.
Para el resto de nuestra estancia nos asignan las habitaciones 301 y 303 de la planta 3 y… ¡SORPRESA!: las habitaciones siguen siendo igual de pésimas.
Para colmo, el edificio incumple con la normativa de seguridad antiincendios ya que la salida de emergencia de la planta baja está cerrada a partir de las 18:00h con candado hasta el día siguiente.
Después de leer la respuesta del hotel ante otras muchas reseñas que indican lo mismo que esta (“Tomamos nota de sus comentarios para revisarlos y tomar las acciones oportunas… bla, bla, bla…”) y comprobar cómo la calidad de las habitaciones sigue siendo igual de nefasta, da la sensación que para la gerencia de los Apartamentos La Carabela los clientes somos sujetos a los que sacar dinero y después… si te he visto, no me acuerdo.

FranyEva F.v

Hemos pasado estás vacaciones en este apartamento... Y no puedo decir nada malo al respecto. Nos hemos ido con muy sabor de boca. Tanto el trato en recepción, como limpieza, e instalaciones están muy, muy bien. Solo podemos dar las felicidades.